El estilo Wabi Sabi nace de una filosofía de vida. En el cual se encuentra belleza en los desgastes del paso del tiempo y en las imperfecciones provocadas por el uso o el paso del tiempo. El objetivo de este modo de vida es aceptar y descubrir belleza en el ciclo del crecimiento y la decadencia de la vida. Uno de sus pilares principales de este estilo es la autenticidad y a continuación te contamos todo sobre él.
Como estilo de decoración es parte de la estética japonesa tradicional. El término wabi, significa belleza elegante en lo más simple, por otro lado, sabi significa el paso del tiempo y el deterioro que ello provoca.
La combinación de wabi y sabi no tiene traducción, por lo tanto puede dar lugar a muchas interpretaciones. Pero luego de conocer algunas de sus consignas y pilares se logra entender el concepto de encontrar belleza en los objetos con apariencia imperfecta de la naturaleza.
Dicha imperfección fue generada por el paso del tiempo, descubriendo así que lo simple y desgastado tiene un gran valor, generando un estilo propio que se distingue por elementos artificiales y naturales con imperfecciones, en un ambiente minimalista.
El estilo wabi sabi es una filosofía de vida que se plasma en la decoración. Está basada esencialmente en la autenticidad. Para entender mejor el concepto, debemos partir de la idea de que para ser auténticos debemos aceptar tres consignas: que no existe la perfección, que nada está completo y nada perdura para siempre.
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Desde el punto de vista de la decoración, estas tres consignas se ven reflejadas en los objetos que son muy pocos pero están cargados de calidez. Es muy similar a la minimalista pero con aporte de objetos que tienen historia o valor para la familia.
Simplificando la idea, se dice que estamos frente a un wabi sabi, cuando vemos un objeto que nos provoca melancolía o una sensación de anhelo.
La naturaleza es una de sus fuentes de belleza, entendiendo que provee de diseños, colores y patrones. Al mismo tiempo, se sabe que la naturaleza no es inmortal.
Las raíces de esta filosofía dan lugar al estilo wabi sabi en decoración. Las claves que lo definen son las siguientes:
La nostalgia es uno de los pilares de esta filosofía, entonces los colores que más se utilizan en las paredes u objetos artificiales son los neutros. Los tonos terrosos como la gama de beige o gris son imprescindibles.
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Si se aplica en paredes, la textura debe ser rugosa con aspecto desgastado. Los colores vibrantes estarán ausentes en este estilo decorativo.
Los objetos que cuenten una historia son ideales para formar parte de este estilo. Cada grieta, desgaste de color e incluso la oxidación son signos de su edad y por lo tanto tienen una historia que contar. Este tipo de elementos en esculturas, jarrones, objetos de trabajo y otros son muy apreciados en la decoración, respetando sus marcas o falta de material y asimetrías como cicatrices de su ciclo de vida natural.
Aceptando la fuerza de la naturaleza en cada objeto y que somos parte de ella. No se trata de una nostalgia que nos deprima. La presencia de estos elementos nos recuerda que no somos inmortales y debemos disfrutar a pleno de cada momento.
Un arte muy relacionado con el estilo wabi sabi es kintsugi, el cuál repara las cerámicas rotas con metal dorado o laca. El objetivo no es ocultar las grietas, todo lo contrario, resaltarlas aún más. Además, se trata de incorporar un nuevo elemento a esta historia.
La idea principal es utilizar elementos que tengan un origen 100% natural. A partir de esta base se incorporan muebles de madera natural, textiles de algodón, yute o lino, piedras naturales, mármol, barro o cerámica.
El plástico es uno de los elementos que no se deben utilizar en este estilo de decoración.
Lo simple y bajo el lema de menos es más, surge este estilo de decoración japonés, donde predomina lo asimétrico, imperfecto y modesto. Por eso el lujo está enfocado en contar con los elementos indispensables, muy lejos de cualquier signo de ostentación y opulencia.
El ambiente general es modesto, simple con elementos que son asimétricos e imperfectos. Lo que hay que evitar es la sobrecarga visual de elementos, hallando armonía en todo el conjunto.
El estilo wabi sabi nos remarca vivir la alegría del paso del tiempo, como todo crece y se transforma a nuestro alrededor. Buscando ser feliz con lo que el día nos da, con la situación actual que se nos presenta. Según esta filosofía, al igual que los objetos, las abolladuras y marcas que van quedando en nuestra vida son parte de nuestra experiencia y no debemos ignorarlas o taparlas, todo lo contrario resaltarlas y valorarlas.
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