La instalación eléctrica domiciliaria se realiza de manera diferente a la instalación eléctrica en el exterior. Puesto que está compuesto por otros componentes, tales como el conductor de fase, un neutro y otro de protección.
Aunque todas las instalaciones parten desde un cuadro general de distribución, poseen diferentes tipos de instalaciones eléctricas según el lugar donde se encuentran los cables.
En esta instalación los cables pasan por el interior de un tubo corrugado de PVC. Dicho tubo se encuentra empotrado en las paredes que pueden ser de material. En las viviendas nuevas se utiliza el yeso.
Las secciones del circuito que pasan por el techo, también se puede introducir en los tubos corrugados. Los cuales serán empotrados o ubicados encima del falso techo o cielorraso. Estas opciones son las más frecuentes en las viviendas nuevas para aliviar las tareas de mantenimiento.
Otra opción que se tiene para realizar una instalación eléctrica domiciliaria es el piso flotante. Su instalación es un poco más difícil que en el falso techo, pero es una de las más utilizadas para los edificios u oficinas. En estas obras se prevé la instalación de canales especiales por donde pasarán los cables.
En la vivienda suele haber cinco circuitos independientes que parten de los PIAs del Cuadro General de Mando y Protección. Uno de ellos es el que alimenta todos los puntos de luz de la casa. Se realiza otro circuito independiente para el uso general y la heladera.
Se suele instalar un tercer circuito para todos los tomas de corriente de la cocina y el horno.
Un cuarto circuito da corriente a la lavadora, lavavajillas y calentador eléctrico. Mientras que un quinto circuito se instala para la sección de tomas de corriente de los baños y auxiliares de la cocina. Cada uno de estos circuitos posee su propio PIA y un IG para todo el circuito, como un mecanismo de seguridad extra.
Todos estos circuitos se alimentan desde los conductores fase y neutro y transportan la energía de corriente alterna monofásica a baja tensión, que es de 230V. Además, a estos conductores se les añade la conexión a la red de tierra del edificio. Estos tres conductores son de cobre con un aislamiento plástico.
El conductor de fase es el que lleva la corriente por el circuito y para distinguirlo suele tener un color marrón, negro o gris.
El conductor neutro es que retorna desde los puntos de luz y tomas de corriente al PIA, cerrando el circuito eléctrico. Para distinguirlo de los demás conductores suele tener un color azul.
Para derivar posibles fugas de electricidad se ocupa el conductor de tierra, el cual suele tener un color verde o amarillo.
Cada circuito puede tener cables de grosores diferentes. Por ejemplo el primer circuito destinado a la iluminación necesita cables de sección 1.5mm2. Mientras que el circuito que da energía a la cocina necesita cables de 6mm2. Como pudiste observar el grosor del cable se elige de acuerdo a la intensidad de corriente que necesita transportar. Cuanto mayor es la intensidad, mayor es la sección del cable.
Otro factor importante que interviene en la instalación eléctrica domiciliaria es la carga eléctrica que soportará. En este sentido, la necesidad de uso de energía de una vivienda no es igual que la de una oficina, donde se necesita conectar menos electrodomésticos.
Así es como se clasifica en grado de electrificación básico o elevado. Dicho grado de electrificación se calcula sumando las potencias de todos los elementos que se enchufan en la vivienda. Como no todos los dispositivos se conectarán de manera simultánea se realiza una reducción del 40%.
La instalación eléctrica domiciliaria se representa en tres tipos de esquemas: topográfico, multifilar y unifilar. El más utilizado en las viviendas es el unifilar, porque es el más sencillo de entender y se puede aplicar a los planos de una casa.
Mira algunas ideas sobre iluminación.
Cuando la falla es interna, el corte se debe a un problema en la vivienda y la compañía de luz no se hace responsable. Este tipo de fallas se puede deber a la falla de un dispositivo, cortocircuito o sobrecalentamiento del circuito.
Para detectar si es una anomalía interna o externa se debe desenchufar todos los dispositivos y subir el interruptor del tablero general. También se debe verificar que los fusibles estén en buen estado. Si todo está bien, el problema puede ser externo y se tendrá que solicitar asistencia a la compañía de energía.
Uno de los síntomas más relevantes de que necesitamos realizar una revisión de la instalación eléctrica domiciliaria es que se corta con mucha frecuencia, ya sea porque se queman los fusibles o porque la térmica salta con frecuencia.
Esto puede ser causado por una sobrecarga del circuito y necesita ser revisado por un electricista para evitar graves problemas.
Otra razón importante para llamar al electricista es cuando las luces parpadean o se desvanecen al conectar un dispositivo. Esto significa que el circuito está sobrecargado y necesita instalar circuitos adicionales con receptáculos dobles para restaurar el orden y la seguridad en su hogar.
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