La plomería del baño es uno de los temas más olvidados y más importantes a la hora de refaccionar un baño o una cocina. En algunos países este trabajo se lo conoce como fontanería y en otros como gasfitería. E incluye todo lo que esté relacionado con la instalación y mantenimiento de la red de tuberías o cañerías que brinda agua potable y evacuación de aguas residuales.
El objetivo básico de este oficio es realizar una correcta distribución y separación del agua potable de las cloacales, para que no afecte a la salud de los habitantes del hogar. Las aguas cloacales son aquellas que trasladan la orina y materia fecal de los cuartos de baños.
El término plomería se sigue utilizando aunque su origen deriva del plomo, que es el material más utilizado en las cañerías hasta hace unos años. Actualmente se han reemplazado todos los caños de plomo por otros materiales que no se corroan con el agua y no la contaminen.
Tal como decíamos, en algunos países, esta profesión se la conoce como fontanería. Este término proviene de la palabra fontana o fuente.
Es imprescindible el trabajo de un plomero en una casa para instalar las tuberías, reparar pérdidas, solucionar problemas de la conexión de griferías y el equipamiento del baño. Los puntos claves que todo plomero debe conocer son los siguientes:
Su experiencia le permitirá reconocer el tipo de filtraciones de los caños y cómo repararlo. Puesto que las tuberías, de acuerdo al material, se pueden dañar por corrosión, diferencia de temperatura, desgastes o golpes.
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Luego de detectar la falla se debe conocer cómo actúan los diferentes materiales de las tuberías para repararlo de manera eficiente. El plomo es uno de los materiales que se puede encontrar aún hoy en algunas casas antiguas. Para dicho material se debe tener conocimientos de soldaduras con acero y estaño.
Con el objetivo de abaratar los costos y evitar contaminaciones del agua, se opta por los caños de cobre o PVC. Los cuales deben ser tratados de manera totalmente diferente al plomo.
En el caso de que se trate de una obra nueva, el plomero debe conocer los diferentes conceptos de construcciones y ser capaz de entender perfectamente un plano. De esta manera podrá detectar cualquier problema en la red de cañería antes de que se comience con la obra.
Especialmente en el diseño de red de los desagües cloacales, para evitar la contaminación del agua potable, malos olores y garantizar una rápida evacuación.
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La plomería no solo es imprescindible en el baño, sino también en la cocina. Especialmente en el desagote del agua de la pileta de lavados y el estado de la grifería. Lo cual suele necesitar de un mantenimiento frecuente por el uso excesivo que se realiza del mismo.
Nos damos cuenta que necesitamos realizar una reforma en el baño cuando hay pérdidas o la grifería no funciona bien. Sin embargo, existen otros momentos claves en los que conviene pensar en realizar una revisión o reforma en la plomería del baño.
Una de estas situaciones claramente es cuando se desea cambiar el revestimiento del baño. Puesto que si se debe cambiar algún caño o reparar alguna pérdida será necesario romper la pared y retocar el revestimiento.
El plomero profesional nos aconsejará un cambio de cañería cuando ésta sea de plomo o acero galvanizado. Esto se debe a que estos materiales pueden sufrir desgastes por el paso de los años y corrosión, soltando al agua algunas sustancias que no son saludables.
En el caso de que se desee cambiar la distribución o renovar algunas de las piezas del baño, tales como el inodoro, bidet o ducha, es una gran oportunidad para revisar la plomería del baño. De esta manera se aprovecha cualquier reforma necesaria en el revestimiento de la pared o piso del baño.
Se aconseja reemplazar todo el sistema de plomería del baño cada 10 años o si no cumple con los estándares de seguridad vigente. Si estas por realizar una reforma en el baño o cocina, es mejor contactar a un plomero profesional para revisar todo el red de cañerías.
Hay algunos conceptos claves que un plomero profesional tendrá en cuenta en el momento de diseñar la red de cañerías. Si no te los menciona, puedes revisar por tu cuenta y darte cuenta que se está haciendo un buen trabajo.
Esta filosofía de vida también se aplica en la instalación de plomería. Puesto que el recorrido de las tuberías debe ser lo más corto y sencillo posible. Entonces, es posible que el inodoro se trate de ubicar lo más cerca posible del desagüe que conduce los desechos a la fosa séptica.
Para evitar malos olores en el ambiente, se recomienda conectar todas las tuberías del inodoro y el lavabo al bote sifónico. En el siguiente enlace puedes conocer los precios de referencia de la mano de obra y de materiales.
Para que el desagüe del agua cloacal sea eficiente se debe tener en cuenta el grado de inclinación de las tuberías del baño. Puesto que si la inclinación no es suficiente, los residuos atascarán la tubería y si la inclinación es excesiva, el agua fluirá rápido y no arrastrará correctamente los residuos. La inclinación correcta debe tener un mínimo de 2%. El ancho de la tubería también es importante, puesto que a mayor diámetro, menor será la pendiente necesaria.
Es conveniente que las tuberías del baño se protejan con tubos corrugados exteriores. De esta forma evitarás posibles humedades.
Esto puede ayudar a identificar rápidamente posibles fugas de agua. Además evita que una futura avería pueda molestar a los vecinos de la planta superior.
Mira algunos consejos para destapar las cañerías del baño y de la cocina.
Es imprescindible elegir bien el material correcto de cañería para que el sistema funcione eficientemente. Los materiales disponibles son de plástico, metal o polietileno.
Dentro de los materiales plásticos se encuentra el PEX, CPVC y PVC. Son más económicos y resistentes a la abrasión y corrosión. Sin embargo, no suelen soportar las altas temperaturas, puesto que puede provocar deformaciones.
Como regla general se debe evitar el PVC para el uso de agua caliente. En su lugar se debe optar por las tuberías de Polietileno Reticulado (PEX) o las tuberías de Policloruro de Vinilo Clorado (CPVC). Aunque se aconseja dejar de utilizarlo en los sitios donde el agua tiene una alta concentración de cloro.
Para el transporte de agua caliente se recomiendan los caños metales, tales como las de acero inoxidable, cobre o galvanizadas. El precio de los tubos de acero inoxidables hacen que no sea muy frecuente su uso. Solo es indispensable en lugares donde se transporta aguas salinas.
Las tuberías galvanizadas se utilizan en viviendas porque por el tratamiento que tiene permite que el metal resista la oxidación y corrosión frente al agua. Aunque en los últimos años se las reemplaza por los caños PEX.
Cada vez que se debe realizar algún mantenimiento de plomería es necesario retocar el revestimiento del baño. Si estás decidido a renovarlo te invitamos a leer el artículo sobre los tipos de revestimiento para baños.
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