A todos nos ha pasado, pero mejor no entrar en pánico y mantener la calma para encontrar más fácil una solución. Repasemos cuáles son los cuatro imprevistos hogareños más comunes :
Pueden generarse debido a tormentas, problemas en la red eléctrica o incluso mal funcionamiento de equipos. Para que no te tome desprevenido, asegúrate de tener una linterna y velas siempre a mano. Familiarízate con la ubicación del panel eléctrico y los interruptores de emergencia.
Fíjate si las luces de los vecinos también están apagadas. Si el problema está localizado en tu hogar, suele ser un fusible quemado o un interruptor que saltó. Asegúrate que la térmica y los disyuntores estén en la posición correcta y los fusibles, intactos. Si están apagados, intenta volver a encenderlos.
Si es un problema general, podría ser un corte de energía en la red. Comunícate con la compañía eléctrica para chequear o informar tu caso. Puedes encontrar el número de emergencia en tu factura o el sitio web de la compañía.
Apaga electrodomésticos y dispositivos para evitar daños cuando se restablezca la energía. Puedes encenderlos de manera gradual cuando retorne el servicio.
Mantén el refrigerador y el congelador cerrados para conservar la temperatura y preservar la comida fría durante varias horas.
Si en tu zona los cortes son frecuentes, considera la instalación de un generador de energía de respaldo para contar con un suministro temporal en tu hogar.
Recuerda que lo primero es la seguridad. Si no estás seguro de cómo abordar el problema, es mejor esperar que electricistas profesionales lo solucionen.
Dentro de los imprevistos hogareños más comunes se encuentran las fallas de las cerraduras. Las principales causas son el desgaste, la acumulación de suciedad, la falta de lubricación o componentes internos defectuosos. Ante esta situación, lo mejor es tener a mano un juego de llaves de repuesto.
Un Cerrajero Profesional tiene experiencia ylas herramientas necesarias para diagnosticar y solucionar problemas de cerraduras de manera eficiente.
Pueden romperse debido a la corrosión, cambios bruscos de temperatura, congelamiento en invierno o daño físico accidental. Antes que nada, es mejor cerrar inmediatamente la válvula de agua principal para evitar más daños.
Luego, comunícate con un plomero para evaluar y reparar la tubería. Mientras llega, utiliza cubos o toallas para minimizar el daño por agua.
Abre los grifos en los lavabos y bañeras para liberar la presión en el sistema y reducir la cantidad de agua que puede filtrarse desde la tubería rota.
Identifica la ubicación y la magnitud del daño. Determina si la fuga es causada por una grieta, un agujero o una conexión suelta.
Ante cualquiera de estos imprevistos hogareños más comunes mantén la calma y trata de aplicar alguna de estas soluciones.
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