Limpiar pared es una de las tareas de mantenimiento que se deben realizar con frecuencia en todo hogar. Es que los pequeños roces y salpicaduras van dejando su huella en la pared en todos los momentos del día.
La mayoría de ellas se pueden resolver con un trapo húmedo en el momento del hecho, mientras que otras marcas hay que trabajarlas un poco más. Antes de que llames al pintor prueba con estas simples soluciones que pueden hacer que tu casa luzca como recién pintada.
¿Cómo limpiar la pared de acuerdo al tipo de mancha?
Los diferentes tipos de manchas o toques en la pared tienen una manera diferente de limpiar. Por ejemplo, una marca de manos embarradas apoyada en la pared, puede salir con un trapo húmedo, mientras que la tinta dejada por un bolígrafo necesita de unos pasos más para eliminarla de la pared.
A continuación te contamos la solución más efectiva para cada tipo de mancha.
Manchas de suciedad
Los niños y las mascotas, sin lugar a dudas, son los generadores de alegría y felicidad por excelencia en todo hogar. Lo que tampoco se puede dudar es que van dejando sus huellas por todas las paredes de la casa, especialmente en los pasillos.
Si la pintura es plástica o resistente a la limpieza con agua, eliminar la mancha será una tarea simple. Puesto que con una esponja humedecida, es decir, que al presionar contra la pared no chorree agua, y un poco de detergente neutro podrás lograr revivir la pintura.
Pasa la esponja en los sitios sucios y deja secar, en minutos las manchas de dedos o roces de las mascotas desaparecerán. Si las manchas persisten, prueba con agua tibia.
Roces de muebles
Generalmente, en el comedor ocurre un movimiento de sillas que pueden provocar roces en la pared. Cuando se trata de suciedad, podemos utilizar el mismo truco de la esponja humedecida con agua y detergente.
Para que la marca del roce desaparezca debemos realizar movimientos circulares con poca presión para no dañar la pintura.
Obras de arte de niños
Cuando la expresión artística comienza a despertar en los niños toda la casa se puede convertir en su lienzo preferido. Así es como un día podemos encontrar una obra de arte realizada con lápices o bolígrafos en la pared recién pintada.
En este caso lo primero es ablandar el material con el que se pintó. Para ello se puede recurrir al secador de pelo. Al darle calor a la mancha se ablandará para luego atacarla suavemente con un trapo de limpieza tipo bayeta embebido en agua con jabón neutro.
Si la obra de arte fue realizada con crayón es mejor tratarla como una mancha de grasa, que explicamos a continuación.
Manchas de grasa
Al comenzar con la tarea de limpiar la pared de la cocina o comedor puede ser que nos encontremos con una de las manchas más bravas, como las salpicaduras de comidas con grasa, como salsas y helados, entre otros.
El primer paso es tratar de absorber la grasa y una de las maneras más simples de realizarlo es aplicando talco en polvo sobre ella. Una vez que se seque retiramos el talco con un trapo húmedo con detergente o antigrasa de cocina diluido, frotando de manera delicada para no arruinar la pintura.
Como aclaramos es uno de los tipos de manchas más resistentes y es probable que no consigamos hacerla desaparecer, pero al menos lograremos disimularla..
Pequeños agujeros
Algunos roces no solo han dejado suciedad, sino que también han producido un daño un poco más profundo. En ese caso no habrá más remedio que rellenar el espacio del agujero con masilla. Luego lijar y volver a pintar.