Los aislantes térmicos permiten mejorar la eficiencia energética de la casa. Una buena aislación en paredes y techo, logran un ahorro económico. También se debe prever las fugas en ventanas y puertas.
A continuación, te contamos las características de los materiales de los aislantes térmicos y cómo usarlos para lograr un mayor beneficio de ellos.
Características generales de un material aislante
Para que un material sea considerado como aislante térmico debe cumplir ciertos requisitos. Entre ellos se encuentran los siguientes:
- Poseer una baja conductividad y una alta resistencia térmica.
- Tener aislamiento acústico.
- Ser resistente al calor y a la radiación solar.
- Poseer un buen comportamiento ante el fuego.
- Ser resistente mecánicamente.
- Actuar como una barrera contra el aire, el viento y la humedad.
Los aislantes térmicos deben tener estas características para evitar que el calor que se genere en el interior no se escape hacia el exterior. A la vez, deben impedir que las temperaturas extremas del exterior entren a la vivienda.
Existen muchos tipos de materiales que son aislantes térmicos, por eso es necesario contar con la opinión de un profesional.
Cuando un hogar está aislado térmicamente es energéticamente más eficiente, ayudando a crear un ambiente cómodo y un ahorro importante. Además, el hogar es más confortable, porque no se producen cambios bruscos de temperatura.
La contaminación ambiental también disminuye cuando una vivienda está correctamente aislada térmicamente. Puesto que la energía es un recurso cada vez más escaso y si se utiliza menos se realiza una menor emanación de dióxido de carbono.
¿Cómo funcionan los aislantes térmicos en una vivienda?
Los factores que deben soportar los materiales que se eligen como aislantes térmicos son diferentes en verano e invierno.
En verano, el flujo de calor llega al techo a través de la radiación solar. El sentido del flujo de calor es descendente, el aislante debe impedir el paso del calor hacia el interior. Las paredes también reciben calor por la radiación solar.
Mientras que, en invierno, se trata de calefaccionar el ambiente con estufas eléctricas u otros dispositivos. La función del material aislante debe impedir que el calor generado se escape por el techo, pared o aberturas.
La aislación térmica se puede realizar cuando se está construyendo una casa o cuando ya está habitada. Conoce los precios de referencia de los profesionales de confianza.
Formas de transmisión de calor
Según la ley de transmisión un cuerpo que recibe calor lo transmite hacia el exterior hasta que se equilibren. El equilibrio se logra a través de conducción, convección, radiación o una combinación de estas formas.
La conducción se transmite a través de materiales sólidos o líquidos y se aísla separando los cuerpos o interponiendo materiales de baja conductividad térmica entre ellos. Cuando el traspaso del calor es por convección significa que sucede a través del movimiento de fluidos. Para que no sucede se recurre al impedimento del movimiento del aire o fluido.
En cambio, cuando es por radiación, como sucede en el verano, la transmisión se realiza a través de una cámara de aire o vacío. La manera correcta de aislarlo es instalando materiales reflectivos como las membranas aluminizadas.
Aislantes térmicos para techos
El techo es el lugar más sensible de la vivienda para dejar pasar el calor del interior de la casa en invierno o dejarla entrar en el verano. Existen diferentes materiales que son muy eficientes, entre ellos se encuentra la membrana líquida.
En el siguiente artículo te contamos todo acerca de la membrana líquida.
Otra opción son las placas de telgopor, las cuales están construidas en poliestileno espumado. Según su diseño se pueden crear cielorrasos a bajo costo. Cuando se trata de techos de chapa existen soluciones muy eficientes. Entre ellos se encuentra la espuma expansiva de poliuretano y lana de vidrio, entre ellos.
En el siguiente artículo te contamos ventajas y desventajas de los materiales más utilizados como aislante para techos.
Aislantes térmicos para paredes
Además de aislar térmicamente el techo también se deben aislar las paredes. Las cuales se pueden aislar al momento de construirlas o después. Si se está planeando la construcción de una pared externa se puede pensar en realizar un doble muro, generando una cámara de aire entre ellos. En dicha cámara se pueden colocar placas de telgopor.
En cambio, si la casa ya está construida, se puede aislar térmicamente una pared con un revestimiento. Actualmente existe una gran cantidad de materiales que son muy eficientes como aislantes térmicos. La forma más sencilla de agregar aislación a las paredes y al techo es aplicar placas de yeso. Las cuales vienen en diferentes diseños y propiedades aislantes diferentes.
Pero también se puede recurrir a los paneles de poliestireno expandido, pladur o algún otro tipo de material aislante ecológico como el corcho, lana mineral o de vidrio.
Otra opción muy moderna que está ganando mucho terreno por su efectividad y practicidad es el revestimiento plástico. Cuando se utiliza este material se logra como una especie de colchón aislante.
Conoce todo acerca del revestimiento plástico.
Aislantes térmicos en aberturas
La aislación de las aberturas es muy importante y para que sea más eficiente se puede lograr a través de un doble vidriado hermético. La colocación de estos vidrios significa un cambio de aberturas.
Si no deseas realizar cambios estructurales importantes, puedes recurrir al uso de burletes en ventanas y burletes en puertas.
Consejos para lograr una aislación térmica óptica.
Existen algunas alternativas a las que podemos recurrir para optimizar la aislación térmica de una vivienda. Una de ellas consiste en crear sombras, si contamos con un patio en el lado soleado podemos plantar un árbol que nos brinde sombra en verano. Lo que reducirá la radiación solar directa en el techo o pared.
Las cortinas y alfombras también actúan como una barrera del frío en invierno y del calor en verano.